martes, 9 de febrero de 2016

Articulo.

COMENTARIOS GENERALES ACERCA DE LA LEY ANIMALISTA 1774 DE 2016, DESDE UNA PERSPECTIVA BIOÉTICA

A pesar de las fuertes criticas planteadas (y muy bien justificadas) desde la corriente de pensamiento del derecho, que sustentan las profundas dudas de su impacto real en el tema punitivo de nuestra sociedad, me gustaría hacer unos breves comentarios desde el campo de la bioética, en donde las conclusiones no son tan desalentadoras.

La sociedad actual, sus dinámicas y sus complejidades, aun mantienen una tendencia Antropocentrica fuerte en su cotidianidad (refiriéndome al plano de lo general y no de lo particular). Este concepto se entiende como la tendencia de los seres humanos a pensar que son el centro de todo como especie, en una actitud de ego sin control. Actitud que como consecuencia lleva a que los humanos, justifiquen el uso y aprovechamiento de los animales no humanos a su antojo, en una clara priorización de sus propios intereses sobre los de las demás especies. (Especismo)

Asi pues, en medio de esta realidad, los seres humanos logramos construir un modelo desastroso de consumo, uso y aprovechamiento de todo lo que se nos antoja. Nuestra comunidad moral esta integrada solo por los individuos de nuestra especie y los demás, al no pertenecer a esta comunidad, carecen de status moral. De ahí, que hasta en el código civil de nuestra república se definía a los animales no humanos como semovientes (cosas que se mueven por su propia fuerza), herramienta que brindaba respaldo y hoy lo mantiene, a las actividades de manipulación y manejo de animales no humanos y sus derivados. Todo para el consumo humano.

Que logra esta ley? Siento que presiona lo que desde mi perspectiva y la de muchos animalistas y ambientalistas del mundo se denominaría “progreso moral”. Sin duda alguna, en el momento en el que, en la argumentación de motivos de esta ley ( espíritu de la acción) se utiliza el juicio de valor de “la capacidad de sentir de los animales no humanos y se logran algunas tímidas modificaciones en el sistema legal del país”, se esta generando una ampliación de la comunidad moral, al reconocer que algunos animales son seres sintientes.  

Ingresar a algunos animales no humanos dentro de nuestra comunidad moral, nos permite adquirir una responsabilidad con ellos, desde el principio de obligación negativa denominado “no maleficencia” y esta ley además, increíblemente, logra dejar una posición clara acerca de la intención de sus gestores, lograr un alcance de obligatoriedad de otro principio con obligaciones positivas que se denomina “beneficencia”. Es decir , no solo se prohíbe legalmente (prohibición que debe presionar la interiorización de ese comportamiento en los linamientos morales de cada población humana) el maltrato de los animales no humanos, sino que también obliga a el estado, su respectivo gobierno y a la sociedad civil, a realizar acciones en pro de la protección de ellos. En otras palabras, no solo obliga a no hacerles daño sino que también obliga a protegerlos y a reaccionar de manera diligente ante cualquier abuso al que ellos sean sometidos. Valioso alcance y a decir verdad extremo.

No puedo negar que estamos hablando solo de algunas especies , ya que la ley exonera y justifica algunas acciones de maltrato, uso y aprovechamiento de animales no humanos, apoyándose en conceptos como el de la tradición por ejemplo. Limitación que evidencia, que el modelo antropocéntrico fuerte aun no cambia lo necesario para convertirse en un modelo sostenible. Sin embargo, reitero mi posición de respaldo a aquellas personas que lograron este avance en protección animal, que aunque tiene en duda su alcance legal, sigue siendo un paso muy importante en las construcciones morales de nuestra nación.


Mauricio Sanchez Osorio
Mg en Bioética
Docente Universidad el Bosque
Director Ejecutivo asociación Vianko

Miembro de la alianza animalista de la provincia Sugamuxi- Departamento de Boyacá.

1 comentario:

  1. Felicitaciones, el respeto animal y su adecuado manejo deben abordarse desde un contexto bioetico que favorezca a los animales y a los humanos sin pasar uno por encima del otro, por esto es fundamental aclarar cualquier terminología o frase que pueda prestarse para ser manipulada y utilizada con otros fines y "amañando" las interpretaciones.

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